Round 1 : Libre comercio vs proteccionismo

Vivimos en un mundo globalizado, es decir en un gran y casi “único” mercado donde podemos comprar flores de Ecuador, relojes suizos, tablets chinas, maquinas de pastas argentinas o perfumes franceses a solo un click de distancia.

Sin embargo, el debate en torno a libre comercio o al proteccionismo no es nuevo.

En 1817 David Ricardo en su libro principios de economia politica y tributacion  dice que :

En un sistema de comercio perfectamente libre, cada país, dedica su capital y trabajo a los empleos que le son más beneficiosos, utiliza más eficazmente las facultades peculiares y distribuye el trabajo más eficaz y económicamente. Con esto difunde el beneficio general, une por medio de los lazos del interés y el intercambio, la sociedad universal de las naciones, ya que es más fácil importar aquellas cosas que cuestan más producir y exportar aquellas que podemos producir más cómodamente (más beneficioso aplicar todo el capital a aquello en lo que somos buenos produciendo, que a aquello que nos cuesta más).”

En la otra esquina están los proteccionistas, que pregonan limitar la entrada de productos extranjeros a un país. Las herramientas más comunes de las que se valen son los aranceles (impuestos a las importaciones) y las cuotas (limitación cuantitativa). De esta manera los productos extranjeros son encarecidos beneficiando a la producción nacional.

El libre comercio expone que los aranceles generan efectos distorsivos en los precios, perjudica a los consumidores ya que el precio interno es mayor al “precio del mercado mundial”.

Otro argumento a favor del libre comercio es que incentiva a los empresarios locales a innovar y buscar nuevos caminos para competir en el mercado mundial. Las distorsiones que generan los aranceles “apachorran” a los empresarios locales, ya que estos pierden interés por la innovación, ni se preocupan por mejorar sus costos.   

 

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imagen extraída de Aquí 

 

Los proteccionistas no creen que el comercio perfectamente libre sea beneficioso, al menos para los países subdesarrollados,  ya que existen diferencias (deterioro) en las relaciones de intercambio. Es decir, “los países centro” exportan generalmente manufacturas con valor agregado mientras que los “países periféricos”  actúan como apéndices de los primeros y se especializan  en la produccion y exportacion de escaso valor como materias primas. Esto genera que la distribución internacional de la renta no sea beneficiosa para los países desarrollados, por lo que los proteccionistas proponen un impuesto a la importación equivalente.

Por otro lado, consideran a la protección necesaria para la industria naciente, es decir en los momentos iniciales en que emerge una industria en un país puede verse comprometido si dicha industria está en pura competencia con otras empresas “maduras” extranjeras que tiene mayor experiencia (¿como sabemos que la industria infante ha entrado a la madurez para retirarle la protección?).

Proteger a la industria nacional para asegurarle una parte sustancial del mercado interno  puede permitir a las empresas nacionales lograr economías de escala (reducción de costos unitarios bajos) que le permitan competir en un futuro en el mercado mundial.

 

Sin embargo el caballito de batalla del proteccionismo es la protección del empleo y los salarios, ya que muchas empresas extranjeras pueden ofrecer sus productos en el mercado interno a precios irrisorios, dado a los bajos costos laborales que  emplean (diferentes legislaciones).

 

De los papeles a la práctica:

 

En la vida real no existen países completamente proteccionistas o completamente libres. Corea del Norte es unos de los paises mas cerrado del mundo, sin embargo no llega a ser plenamente autárquico.

La ciudad de Hong Kong, que mantiene política económica independiente de China, sea quizás la única economía moderna  que más se asemeja al pleno libre comercio.

Ambas corrientes son interesantes, pero no creo que una corriente pueda noquear por completo a la otra. A mi entender, la cuestión radica en la variable TIEMPO.

Abrir una economía de manera brusca genera quiebras empresariales y mayor desempleo, por lo que es necesario tomarse el tiempo en estudiar/trabajar/modificar el sistema impositivo y otras regulaciones a las que están sometidos los empresarios locales.  

Cuidar demasiado a la producción nacional nos hace incompetentes respecto nuestros vecinos del mundo ya que  desincentiva a la innovación, y afecta a la distribución del ingreso en favor de la ganancia.

Salute, y nos vemos cuando nos veamos.
«síganme, no los voy a defraudar»

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